Viendo un video porno amateur de universitarios mexicanos en algún sitio de esos "pop-ups" aleatorios, me líé una postura muy específica del ser animales y follar como tales... Se me ha ido la idea casi al mismo instante por menos de un gramo de hachís que me estuve fumando mientras esperaba a que se abriera la mentada página y escribir lo que me había venido a la mente. Ya estaba yo acojonado cuando veo a esta chica morena que pues no estaba buena ni tampoco estaba gacha y accede a tener sexo con un capullo que es más amistoso que cariñoso y follan durante media hora, todo esto grabado desde una cámara escondida aparentemente en el ropero, luego llama a la puerta otro gilipollas, un colega de ambos y le dice al primero que es su turno; éste se apresura argumentando que tiene clases y el otro chaval alegremente se sienta en el colchón, besa a la chica que yacía desnuda con las sábanas enredadas en los tobillos y procede a desvestise.
La chica a ratos parece estar alcoholizada y a ratos sólo me recuerda a esas otras muchachas que pasaban por mi cama con esa misma actitud de: "Tampoco te lo creas que te podéis pasar de listo, ah? Que no nos tenemos la confiaza". ¿Saben?, como conservando el liguero de la moral porque como nos lo tiene bien aclarado la señorita, los límites existen y al parecer ella sólo quiere estar segura de que siguen las riendas en sus manos. La cuestión es que ella sigue con ese dejo de la guerra cristera aún cuando todo el respeto que intenta guardar lo ha perdido desde hace un poco demasiado como para argumentar un punto lógico por su conducta. La niñata, de cualquier forma con sus intentos de poner las reglas no llega a ningún lado y tal como en el primer caso, el segundo querubín decide penetrarla también.
Al parecer ella sólo jugaba a ser la felina que se impone ante su adversario y conquistador. Yo miraba la pantalla atento a la sinceridad con que se me presentaba este filme, parecido a alguno de Warhol aunque ¡mucho más interesante, ah! ¡Que no crean que por ser famoso ya ha hecho algo de provecho! ¡Qué va! ¡BAH!... Eran sólo unos críos queriendo hacer porno barato y terminaron creando arte post-moderno; un performance conceptual en el que me cago porque no me han hecho encontrar nada interesante y sólo reafirmaron patrones que siempre he encontrado a ciertos personajes de una vida de ciudad; aburridos y con poca imaginación, sin olvidar por supuesto las frases de la matriarca del árbol genealógico que eran cinceladas en cantera casi exclusivamente para la decendencia femenina, y que así germinaron en la puta cabeza de cuanta personita podían alcanzar esas palabras, siempre en pos de los valores y ese bonito machismo que no hizo sino ver por todos nosotros y por nuestra salud mental, ¡que se los digo yo!
Resulta muy sencillo enmarcar a todas las mujeres como lo he hecho con ésa y mis recuerdos de genéricas aunque, lo divertido y lo más recordado es cuando se sorprende y se es sorprendido, que el llamado "factor sorpresa" es esencial para salir avante de cualquier campo de batalla y siempre es más favorable y beneficioso conservar uno o dos ases bajo la manga. Como aquellas chavalas que por puro gusto me metían a los sanitarios del colegio y me decían que quitara las manos, que me iba a gustar. Si las viera hoy día ya verían el polvo que les echo. ¿Me están leyendo? Que en cuanto les ponga mano encima, no habrá poder que me impida terminar lo que empezaron allá por el año de... Bah, es igual. Que estando más conscientes de las libertades que le podemos dar a nuestros cuerpos, más y más seguido nos regocijaremos de alegría.
Y como el gran Esopo; obviando mi historia me cuelgo de una hebra de su cabellera:
Chavales: El estado láico debe prevalecer para el placer del ser humano y por tanto de cierto derredor suyo. "El sexo es manjar de dioses, virtuoso fruto que nos vuelve animales conscientes de otros y como tales debemos relacionarnos..."(Lo anterior no la ha dicho Esopo, dije que me colgaba por aquello de dar una moraleja). Lo que intento decir es que mientras más se nos ocurra y más nos hagamos, mejor nos va a todos.
por Amíntore Carretas
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