viernes, 21 de mayo de 2010

MUERTE


Cada vez que un personaje público (entiéndase músico, cantante, bailarín, actor o Don Nadie) se muere, me preparo mis palomitas y dispongo a reírme con las mamadas que uno lee de la gente.
Vaya, soy fan de que una persona importante se vaya de este mundo. No por la desgracia o porque disfrute de las siempre irreparables pérdidas, sino por lo que siempre se dice.
Cuando Michael Jackson se petateó, se leyó en la red social de su preferencia o en su servicio de mensajería instantánea, epitafios como los siguientes.
Michael, muchas gracias por tu música.
R.I.P. Michael
Michael Joseph Jackson – 1958 – 2009
¡Adiós Michael!
MJ, tu arte quedará en nuestros corazones.
¡No mames! Segurito Michael era bien brother de estos peleles y se sintió bien orgulloso del honorabilísimo tributo que le rindieron.
La contraparte indica que, automáticamente, la gente que no guste del Pop, tirará mierda por doquier hacia el difuntito, con mensajes igual de cagados. ¡Pero era un violador, no mamen! Ni música hacía el pendejo, qué le hacen. O sea, bailaba bien, pero ni cantaba.
Ah, pero no se les muera un ícono del metal, porque los papeles se invierten y ahora los rudos sufren y sus mensajes son igual de patéticos y sufridos.
Se nos fue DIO(s)
Dio, nunca te pude ver en vivo y eso me pone tristísimo. Osea, nunca fui testigo de tu poder. (Jajajajaja, no recontra-pinchen-putas-mamen)
¡No mames, se murió DIO! -¿Apoco conocías su música?- ¡No, pero no mames, es DIO, ando leyendo que estuvo en Black Sabbath!-
RIP Ronald James Padavona 
Ronnie James Dio 1942 -2010
Neta no se pasen de lanza, no los conocieron, no son sus cuates, no son familiares, no se vean ridículos, no sean patéticos.
Y ustedes, ¡oh mis lectores! si un día caen en un programa de chismes de televisión, que seguramente tanto odian por su contenido vacío, verán que son exactamente iguales a los monigotes que ahí salen.
¿No? sintonicen el que quieran, el día (o los 3 siguientes) que se muera alguien famoso. De preferencia de la escena nacional, para que vean que lo dicho ahí y por ustedes es igual de patético.
“Nunca tuve la fortuna de conocer al Señor Don Ernesto Alonso, pero un día lo vi en el banco y se veía una persona muy noble, muy tranquila y llena de paz. Digo, fueron pocos segundos, pero le aprendí demasiado en ese instante”.
“Hoy, su talento quedará en nuestros corazones”.
“¡Descansa en Paz Ernesto!”
Algún idiota del hoy extinto programa La Oreja.
Chinga a tu madre.

Por Dovich Shavadú

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